“Esto no fue un accidente, creo que querían robarme el auto”, expresó Darío Santillán (40 años), el remisero de Tafí Viejo que perdió un dedo luego de que dos delincuentes lo atacaran a machetazos en avenida Roca al 500, de esa ciudad. El hecho ocurrió el domingo a las 3.30. El hombre reconoció que en su desesperación por defenderse le quitó el arma a uno de los agresores y le propinó algunos cortes también. Tras el confuso episodio Santillán fue trasladado de urgencia a un hospital. Ayer, apenas recibió el alta médica, se contactó con LA GACETA. “Por ahora no puedo trabajar con este yeso, si hago fisioterapia es posible que pueda manejar otra vez”, señaló.
Estas son algunas de las cosas que explicó en entrevista.
-¿Cómo ocurrió el hecho?
-Yo estaba trabajando; soy remisero en Tafí Viejo y me llamaron de la remisería para hacer un viaje. Busco al pasajero y me pide que lo lleve al barrio CGT. En el camino me pide que pare para comprar unos cigarrillos. Yo detuve el auto en un drugstore de avenida Roca, entre Catamarca y Vélez Sarsfield. A los pocos minutos vino una camioneta y comenzó a chocar mi auto sucesivas veces.
-Entonces no fue un accidente... ¿o se trató de una falla del otro vehículo?
-No fue un accidente; creo que pretendieron robarme el auto. En la guardia conté que me atacó un conductor después de chocarme y quizás se malinterpretó, o a mí se me pasó dar más detalles en ese momento... En la denuncia sí lo expliqué: después de que la camioneta me da el tercer golpe me bajé a reclamarle al conductor y de ese vehículo salieron dos tipos con un machete a agredirme.
-¿Los conocías? ¿No es posible que te hayan atacado así por otra razón?
-No sé quiénes son. Fueron dos jóvenes de menos de 30 años que estaban alcoholizados. Tampoco había visto nunca esa camioneta, que era una Volkswagen Saveiro; por eso creo que lo que pretendían era robarme el auto. Hay un video que circuló en las redes y me dicen que serían dos chicos que viven teniendo problemas con la Policía.
- ¿Cómo procedieron a robarte?
-Primero comenzaron a golpear mi auto. Me dañaron el parabrisas y ahí yo reacciono. Mientras me defendía del que tenía el machete el otro se subió al auto e intentó encenderlo. No lo logró porque mi remise tiene un problema de arranque y hay que tenerle paciencia. Lo abollaron por todas partes.
- ¿Y qué pasó después?
- En mi desesperación empecé a forcejear con el otro tipo y le quité el machete. Ahí creo que me hizo el corte en los dedos. Cuando lo desarmé empecé a defenderme de uno y el otro salió corriendo del auto.
-¿Usaste el machete para defenderte?
-Sí, sí. Cuando él me corta me defendí con todo. Le pegué a uno con el machete pero no fue un corte grave porque se fueron y no pidieron asistencia. A mí me tuvo que auxiliar una ambulancia porque perdí un dedo meñique y tengo un anular comprometido.
- ¿Cómo afecta en tu vida cotidiana este percance?
- Ahora no puedo trabajar porque tengo yeso. Imagino que podré volver a manejar. Los médicos me asistieron muy bien, primero en la clínica Solórzano y luego en el Centro de Salud. Tengo que seguir yendo al traumatólogo y hacer fisioterapia para recuperar movilidad en el dedo anular.
- ¿Manejando el remise sufriste otro hecho de violencia así?
- Es la primera vez que me pasa algo así. Nunca me había tenido que defender siquiera. Sí, lamentablemente, muchas veces tuve discusiones y cruce de palabras con otros conductores, pero nada más, porque entiendo que chocar nos puede pasar a cualquiera. De hecho cuando me chocó por primera vez la camioneta estaba tranquilo, pero cuando después veo que hace marcha atrás y me vuelve a chocar entendí que no era algo normal.
- ¿Hay detenidos ya?
- Está actuando la Policía. Minutos antes me tomaron declaración y ya le dieron intervención a la Justicia. Me dicen que son miembros de una familia que tiene problemas con todo Tafí Viejo. Yo no los conozco.
Inseguridad
“Lo que me cuenta mi compañera es que una camioneta chocó a un auto que había parado para que un chico hiciera una compra. La camioneta hacía marcha atrás y lo volvía a chocar al otro vehículo”, explicó Guadalupe, quien atendía el drugstore de Roca al 500 ayer por la mañana. “Se bajaron dos chicos con mucha violencia y se le fueron encima al otro hombre; como acá estamos con reja, la otra chica se ocultó por temor a un posible asalto”, agregó la joven, que dijo que no sabían más al respecto. “Fue muy raro el hecho, no entendemos por qué atacaron así a otro conductor, pero en realidad no nos sorprende porque la zona es peligrosa”, señaló.
Pablo Nieto aseveró: “escuchamos los gritos esa noche. Los dos de la camioneta son conocidos por causar problemas. Hay dos banditas que se viven peleando con todo el mundo”. El vecino consideró que el lugar es inseguro y recordó que hace poco apuñalaron a un joven en esa misma cuadra para asaltarlo.
“Yo tenía un taller y lo cerré porque me vivían robando baterías, ruedas y herramientas. Nunca me resolvió nada la Policía”, reclamó Oscar Gutiérrez, quien aprovechó la entrevista para pedir lomos de burro para la avenida Roca: “la usan de pista de carreras hasta los camioneros”.
Perjuicio económico: “Darío y el auto eran el único sostén de esta familia. Ahora no tenemos vehículo”
“Al auto me lo destrozaron, como dice mi marido, él podría volver a manejar, pero la realidad es que ya no tenemos auto”, explicó afligida Ana Lía Arias, la esposa del remisero Darío Santillán. La mujer destacó brevemente algunas cuestiones. “No se trata sólo de lo traumático que fue para nosotros saber que Darío perdió un dedo. Él era él único sostén de esta casa, es decir que afectaron económicamente a mi familia”, sostuvo.
Arias, quien se ocupó de empezar los trámites de la denuncia, contó que los investigadores sospechan de una banda que utilizaría el mismo método para robar autos (choques sucesivos para que el conductor se baje y así emboscarlo). Fuentes policiales confirmaron esa teoría y la sospecha de que los autores del ataque podrían estar relacionados con un desarmadero de vehículos.